Efectivamente creo que en los próximos meses puede pasar de todo en el sector del vino. Sigo sin apostar por nada de lo que pueda pasar, pues puede pasar de todo. Me explico:
Gran parte de lo que pueda pasar va a depender de la climatología en los próximos dos o tres meses y según se porte el tiempo, entre otras cosas, el vino puede subir o bajar, o quedarse plano como está ahora, aunque a decir verdad yo espero algún movimiento en un sentido o en otro, pero no creo que terminemos la campaña a los mismos precios que tenemos ahora.
El primer escenario que se puede producir, vamos a empezar por lo peor, es que no llueva, que la sequía continúe y se vea que, tras esta cosecha corta que hemos tenido, la próxima sea igual de corta o quizá menor aún. Esto haría subir al vino indudablemente. A esta circunstancia hay que unir las posibilidades de cada año, tales como hielos, piedras, enfermedades criptogámicas, etc. Quizá el recorrido de subida que tenga sea menor que cuando el vino estaba, por ejemplo, a 2 euros hectógrado, pero que subiría es seguro, o al menos eso creo yo.
El segundo caso es justo el contrario. Todos sabemos que la cepa es agradecida y que siempre le viene bien el agua. Si de aquí a junio lloviera lo suficiente como para mirar el verano con tranquilidad y subir la cosecha que brote arriba sin problemas de humedad, si, además las demás condiciones climáticas fueran benevolentes y ni helará ni hubiera enfermedades y el granizo fuera lo normal de cada año, el vino cedería en los precios casi también con total seguridad, antes o después, pero lo notaría. Ya que espero que la brotación, si se dan las condiciones idóneas, puede ser buena al venir la cepa descansada del año pasado.
Hay, al menos, una tercera circunstancia que no por ser tercera es menor y es el comportamiento en el ámbito mundial de las cosechas y los vinos. Si el comportamiento en los demás países, sobretodo en los productores, fuera igual que en España, tanto al alza como a la baja, lo expuesto anteriormente serviría igual. Pero puede suceder que lo que pase en España no pase en el resto, y entonces el planteamiento cambia. Me explico: Supongamos que en España hay mala cosecha, pero Francia e Italia tienen una buena cosecha, los precios se contendría seguro, o al revés, que España tenga buena cosecha y Francia e Italia mala, el vino en este caso podría perfectamente subir. Esto, en un sentido y en el otro ya nos ha pasado. Por tanto, hay que tener muy en cuenta las cosechas en el ámbito mundial.
Por ejemplo, Argentina, que está en estos momentos empezando la vendimia, el Instituto del Vino Argentino nos proporciona la información de que puede ser la peor cosecha de los últimos 50 años. Con una cosecha muy corta en algunos sitios, donde hubo heladas, en otros tienen sequía y en otros todo lo contrario, lluvias torrenciales. Hay que tener en cuenta los diversos climas que hay en tan extenso país. Pero si parece claro que la cosecha es corta.
También empieza la cosecha en Nueva Zelanda y aquí ocurre todo lo contrario, las previsiones son de una muy buena cosecha. Por lo que hay que ir haciendo sumas en el hemisferio sur, y luego añadirle lo que suceda en el norte.
Termino indicándoles que ya tienen disponibles los interesantes datos de exportación ofrecidos por el OEMV, los pueden ver en la página del Observatorio o directamente desde la página de el correo del vino, https://elcorreodelvino.com/?p=18544
¡¡¡Cuídense!!! Y ya saben, promocionemos el vino… MEJOR CON VINO