
Cuando, en términos generales, la vendimia en el conjunto de España está en su ecuador, como ya les vengo comentando en estas semanas, se habla poco de vendimia y mucho de los problemas que tenemos. Maestros tiene el tema, seguramente, más preparados que yo para buscar soluciones a los problemas, eso si, llevamos años y los problemas solo hacen que acrecentarse. Se habla, como siempre y se `piden, destilaciones, vendimias en verde, arranque de viñedos primados, incluso he oído algo de inmovilizaciones de vino, como hace años. Y si analizamos todas estas medidas, que no están mal, pero vemos que es, como siempre se dice, pan para hoy y hambre para mañana. Es decir, poner un parche, pero no arreglar el pinchazo de la rueda.
Efectivamente, las medidas que se piden y se están adoptando, no son malas, por supuesto que no, sirven para quitar parte de lo que nos sobra y, ya no tanto, intentan regular, sin conseguirlo, el mercado de vinos. ¿Que sería peor si no se hicieran?, por supuesto, pero no arreglan nada definitivamente o al menos, a largo plazo.
Ya cansa ver que año tras año tenemos los mismos problemas, con cosechas cortas, imagínense con alguna grande, y siempre volvemos a lo mismo en vendimias: precio de uva barato, el vino no se vende, hay que destilar vino, vendimia en verde, arranque, compensaciones, etc. Etc. Miren los años que quieran atrás y siempre se repite la misma cantinela. Esto quiere decir algo fácil de entender y es que se ponen parches, pero no se arregla el problema. Y así se vuelve a denuncias entre una parte y otra del sector, por el precio de la uva, y es que sobra vino y hay quien dice que sería mejor no comprar uva y así no tendría el problema del precio, le da la vuelta a la tablilla y apura existencias y si no, ya comprará vino, que, por desgracia, es de lo que sobre.
No seré yo quien diga que es fácil solucionarlo, por supuesto que no, pero creo que si se quiere atajar el problema hay que empezar desde abajo e ir subiendo, y tomar de verdad el toro por los cuernos. ¿Cuál es el problema principal? Sencillamente, nos sobra vino, hay más producción que demanda, por lo tanto, lo primero que hay que hacer o al menos intentar, es adecuar producción a demanda, pero de verdad, no con la boca chica como se hace. Adecuar la producción a la cantidad de vino que nos hace falta y, dentro de esto, al tipo de vino que se demanda. Igual que al agricultor hay que pagarle un precio justo por sus uvas, hay que ver la parte del elaborador y del industrial. No se puede exigir a quien tiene la bodega llena de vino sin vender, que tenga que comprar aún más vino y a un precio que luego no saca por sus embotellados. Sencillamente es romper la cadena por una parte o por otra, o bien el agricultor no saca para producir, o bien el industrial no saca para compensar lo que ha pagado. Hay que tener en cuenta que la uva se va a pagar en 30 días y luego queda un largo año, si no más si lo destinas a crianza, a ver si se es capaz de venderlo y de sacar el precio que ha costado.
Por tanto, hay que unirse una parte y otra, saber ceder y hacer que a todos les compense estar en este nuestro negocio. Y, sobre todo, eso, atajar el problema desde la base, reducir plantaciones, reducir drásticamente producciones. Con lo que sacaremos aún más calidad en nuestros vinos e intentar sacar mayor valor añadido, dejar de hacer vinos para venderlos a 1 euro o 1,50 y dedicarnos a intentar subir un nivel más en los precios, podemos competir a nivel mundial no solo en el sector del euro, en el de 3 a 6 euros, precios muy interesantes en muchos países del mundo, podemos colocarnos sin problema, haciendo vinos que merezcan este precio, y lo podemos hacer sin problema.
Cuídense mucho y ya saben, PROMOCIONEMOS EL VINO. LA VIDA SIEMPRE MEJOR CON VINO.
Sr. Sánchez Migallón, reconozca que a Vd. le preocupan siempre mucho los Industriales.
Y es verdad que su negocio es muy arriesgado, porque deben decidir a qué precio pagan la uvas en la vendimia, pagarlas a 30 días y luego esperar todo un año a ver cómo se comporta el mercado y si van a conseguir cubrir los costes y poder tener el beneficio que toda actividad empresarial precisa para seguir viva.
Todo eso es razonable. Y la única estrategia debe es tirar a la baja su oferta de precio de compra, para minimizar riesgos. Y con la seguridad que el cuasi monopolio de Solis y Garcia Carrión tendrán clientes de sobra, porque todavía hay muchos productores que no están en cooperativas, y no tienen otra salida que vender las uvas a como estén.
Esa es la realidad y por otro lado es de una lógica aplastante.
Lo que no entiendo es que todavía queden productores que se aventuran a no estar en alguna cooperativ. Ojo, que aun las hay muy malas, pero ya empieza a haber algunas que se están profesionalizando, y los resultados están a años luz de lo que pagan los Industriales.
Le voy a poner algunos ejemplos de los últimos años en los que comparo el precio pagaron por Solis/Vinartis y las liquidaciones obtenidas por una cooperativa puntera de las que me refería antes:
Voy a poner solo precios Airen y Cencibel (precios kilo grado en Ptas)
año 2020.
Airen: Solis/vinartis (S/V): 2 ptas. Cooperativa puntera: 3,6 ptas
Cencibel: S/V: 3,5 ptas. Cooperativa puntera: 4 ptas
año 2021
Airen: Solis/vinartis (S/V): 2,7 ptas. Cooperativa puntera: 3,7 ptas
Cencibel: S/V: 3 ptas. Cooperativa puntera: 4,1 ptas
año 2022
Airen: Solis/vinartis (S/V): 2,9 ptas. Cooperativa puntera: 3,75 ptas
Cencibel: S/V: 2,5 ptas. Cooperativa puntera: 3,7 ptas
año 2023
Airen: Solis/vinartis (S/V): 2,8 ptas. Cooperativa puntera: Aun sin liquidar, se esperan entre 4-5 ptas
Cencibel: S/V: 2,5 ptas. Cooperativa puntera: Un sin liquidar, se entre 3,3 y 3,6 ptas.
Como puede verse, las deiferencias son enormes. Los industriales se cubren bien las espaldas. Es natural, arriesgan mucho. Pero para mi es inexplicable que aun haya productores que no están en una cooperativa.