
No saben ustedes las ganas que tengo de hacer un artículo en el que todo lo que se pueda decir sea bueno, últimamente pienso si seré demasiado pesimista, aunque luego, reflexionando, me digo que mi única misión ante todos ustedes es decir la verdad de la situación, siempre haciendo la salvedad de que me puedo equivocar, por supuesto, pero también siempre diciendo lo que dese lo más profundo de mi mente y corazón, pienso sinceramente de cómo está el sector. Y llevo meses, teniendo que decir, aunque me pese, que esto no va bien
Antes, había una profunda brecha y diferencia entre los embotellados y los graneles y más entre los embotellados “de calidad”. Era lógico, lo pasaban peor quienes tenían que vender. Su vino por camiones y a bajo precio que quien lo vendía a restauración, Horeca, que, pasando de un cierto nivel, se vendían y se venden a un precio mayor.
Pero mira por donde en estos momentos la crisis abraza a todos los sectores y todo tipo de vinos, como pocas veces ha pasado, y vemos que La Rioja y Rueda, por ejemplo, fueron las primeras en pedir ayudas al vino, vendimia en verde y destilación de vinos, ¡quien podría decir hace unos años que La Rioja, dedicaría sus vinos a la destilación! Rioja y Rueda que son, creo no equivocarme, las dos primeras denominaciones en venta por cantidad de vinos embotellados. En ambas, que son las que pongo por ejemplo, pero hay muchas otras, Navarra, Aragón, etc. Hay hasta problemas para colocar la uva en las bodegas y se han reducido producciones obligatoriamente o se has vendido uvas de Rueda, por ejemplo, a otras zonas de España.
Y si estas denominaciones tienen problemas de venta, que podemos decir de las dedicadas a graneles y vino en cantidades mucho más grandes como parte del Levante, Extremadura y sobre todo Mancha, el problema se acrecienta o al menos, si no se agrava, que creo que sí, se sitúa a la par de los otros. Y por mucho que algunos se empeñen en decir que todo va bien, como últimamente se dice desde la administración de Castilla La Mancha, la realidad de las cifras y los números desdice esto y la realidad también de quien estamos cada día en “la arena” hablando con unos y otros y pulsando los mercados, vemos que, se diga lo que se diga, la comercialización de algunos vinos es muy complicada por no decir que casi imposible: blancos de muy baja graduación, tintos en general, pasan las semanas y los meses y no hay manera de colocarlos en los mercados.
Si es cierto que, a futuro y quiero resaltar lo de a futuro, la situación puede cambiar, propiciada por el desastre climatológico que estamos sufriendo, ya comparable o superando la sequía del 92 al 95 del siglo pasado, pero que es muy seria y, efectivamente, puede hacer reaccional el precio del vino, que no la comercialización, también resaltemos esto, por la sequía no vamos a vender más, podemos vender más caro, pero no a más cantidad, a no ser que cambie la tendencia, antes bien, quizá si el vino se encarece aún más puede seguir bajando las ventas y el consumo.
Y para muestra los últimos datos del mes de marzo, donde las exportaciones bajan en el interanual de manera alarmante un 13,3% en volumen tenemos 4’127 millones de hectólitros más que el año pasado a últimos de marzo, no indica nada bueno. Y es que la bajada de consumo, entre otras cosas por el aumento de precio y costes, en un mal mundial en nuestro sector de vinos.
Si, quizá la climatología cambie el rumbo, pero no deja de ser una pena que dependamos de eso, de que se produzca un mal para ver si hay un bien. En eso no nos podemos sustentar. Iremos viendo cómo se va desarrollando el clima y los mercados, pero de momento, por desgracia, nada apunta bien.
Cuídense mucho y ya saben, PROMOCIONEMOS EL VINO. SIEMPRE MEJOR CON VINO