Recién terminada la vendimia, y hablando con unos y otros actores de todos los tramos del sector, he llegado a varias conclusiones personales, que, por supuesto pueden estar equivocadas, ya digo que son personales, pero es lo que pienso y, por tanto, es lo que digo.

Y es que hablo con unos y me dicen que con la cantidad tan pequeña de cosecha que tenemos los vinos van a subir mucho y se las dan tan felices de lo fácil y lo bien que van a comercializar sus vinos, facilidad y buenos precios. Hablas con la otra parte del comercio, con los industriales y te dicen todo lo contrario, por poco vino que haya va a sobrar, el verdadero problema es que no se vende vino.  Nosotros (los compradores) vamos a ir al día en las adquisiciones, poca cantidad y a corto plazo, no por especular, es lo que vienen haciendo desde hace ya años y es por no querer comprar más de lo necesario y para que estén en mi almacén que esté en el de los vendedores, si luego tengo que pagar más lo pago y listo. 

Y hablas con los agricultores y te dicen que, a pesar de que por lo general se ha pagado la uva por encima del año pasado, no es suficiente para cubrir los gastos y la merma de cosecha.

Creo que todos, en parte, están equivocados, ni el comercio está para echar campanas, de hecho, los precios están firmes, pero no suben. Ni nos va a sobrar tanto vino y, no se esperan movimientos importantes de precios, si las cosas continúan normales. 

En resumidas cuentas, casi nadie está contento con lo que tiene o, si lo está, creo que no ve bien la situación.

Sobre esto yo siempre he dicho que no sobra vino, faltan consumidores, quizá en estos tiempos esta rase sea demasiado optimista ya que es cierto que los consumidores están bajando escandalosa y preocupantemente en el mundo entero. Leo un artículo en francés, que me ha llevado también a pensar en lo que dice que literalmente es “No hay demasiado vino, sino demasiados vinos que ya no interesan a nadie”  Y es que quizá sigamos equivocados en nuestra idea de hacer el vino que nos gusta en lugar del vino que le gusta al consumidor o, al menos, a una gran parte del consumidor, que queramos o no, odiemos esos tipos de vino o no, van por derroteros de vinos frescos, con muy poco o nada de grado,  si es con burbujas mejor y antes blancos que tintos. Luego, es cierto, también está el consumidor clásico, que quizá sea más numeroso que el otro, y que prefiere su vino blanco o tinto, pero con su grado, cuerpo, crianza, etc. Y al que hay que atender, por supuesto, pero no debemos dejar de lado al nuevo posible consumidor, que, está claro, o le damos o que quiere o lo perdemos, así de sencillo. 

Buscar otras cosas tipo cóctel basado en vino, con sabores agradables, hay ya premezclas de spritz, rosados con pomelo. En el mismo artículo francés le pongo literalmente un producto que están haciendo y que está dando resultados el Glou Time, “Glou Time es una bebida ligeramente efervescente compuesta por un 50% de vino orgánico y un 50% de infusiones naturales orgánicas. Se caracteriza por su frescura, su ligereza (4,5% de alcohol y sin azúcar), su naturalidad y su delicado aroma” No me malinterpreten, no digo que ese sea el camino o el único camino, no, con esto quiero referirme a que hay que analizar al nuevo consumidor, ver lo que quiere, lo que le gusta y hacerlo, probar con una cosa o con otra a ver si damos en el clavo de un nuevo producto, basado en vino y que se haga tendencia entre la juventud. Ya tendremos tiempo de derivarlo también al vino clásico, por supuesto

Y me pongo el primero en muchas veces decir que esos vinos de baja graduación, semi dulces, etc. “No es vino” o es una cosa diferente” Si, pero es lo que le gusta a mucha gente que empieza a consumir, y debemos de potenciar el vino fresco, en envases a los que la gente joven está acostumbrada, latas. Y envases de fácil trasporte, servicio y deshecho.

En resumidas cuentas, creo que estamos muy equivocados, todos, si creemos que lo que tenemos es lo que hay que vender, chocándonos reiteradamente con la pared del descenso del consumo, esto si que es una realidad irrefutable, desciende en el mundo entero y hay que intentar atajarlo sea como sea, si no seguiremos equivocados y cuesta abajo.

Cuídense mucho y ya saben, PROMOCIONEMOS EL VINO. LA VIDA SIEMPRE MEJOR CON VINO.

Javier Sánchez-Migallón Royo

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