Empezamos, dando unos datos que nos ofrece la Unión Europea, que cifra la cosecha pasada en 143 millones de hl., 16 millones menos que el año anterior y muy por debajo de la media de los últimos 5 años que la cifran en 157,4 millones de hl. Frente a esto el consumo lo cifran en 95 millones, hay más datos, pero no les quiero cansar con unos datos que, más o menos, o conocemos todos o nos lo imaginamos los que estamos día a día pulsando el mercado y nos enfrentamos a lo que nos van marcando, no estos datos solamente, sino el pulso que tomamos a diario dentro de las mismas entrañas de los mercados.
Nos dicen que crece el consumo interno en España, si, en 2022 teníamos 9,5 millones de hl de consumo y ahora tenemos 9,7… sobran los comentarios, y el consumo sube cuando sube el turismo que en España crece vertiginosamente
Hablemos del campo, ya se puede, no es que las uvas hayan llegados al lagar, claro, y sabemos que le queda mucho tiempo en el campo, muchas noches y peligros, enfermedades, sequía, granizo, floración, cuaje, etc. De acuerdo. Pero hablemos del día de hoy y hoy en día las cosas apuntan bien, muy bien diría yo, la viña está hermosa, creciendo, con una muy buena carga de cosecha por lo general y, de seguir así, tendremos una cosecha que, aunque ahora mismo sería irresponsable evaluar, si las cosas siguen con normalidad, es de esperar que sea superior a la del año pasado y nos acerquemos más bien a una cosecha normal, como mínimo, si tomamos los últimos 10 años como media y es de esperar también que en Francia e Italia, como mayores productores junto a España de la U.E. suceda tres cuartos de lo mismo, es normal que tras el desatre de cosecha, las cosas mejoren. Habrá quien diga que puede pasar de todo de aquí a la vendimia, si, efectivamente, por eso digo y hago la salvedad de que hablamos dentro de que las cosas se desarrollen con normalidad, si no es así, tendremos tiempo de comentarlo igual, pero más vale ir adelantándose a los posibles problemas que vayamos a tener.
El primer problema está ya muy comentado y todo el mundo lo sabe y es el de la cantidad, si sube la cantidad y nadie espera un incremento igual en el consumo y exportación, es normal que los precios y el comercio en general se resientan. ¿hasta dónde? No se sabe, irá en función de cantidad y consumo como es natural, y para eso hay que esperar y ver lo que hay de una cosa y de otra. Pero lo que sí está claro es que, si esto sucede, el precio de los vinos no se va a mantener en los que tenemos hoy.
Pensando un poco en el futuro quiero también hacer hincapié en otro problema que nos va a sobrevenir, y es el del precio de la uva, el eterno problema de cada vendimia que se acentúa cuando el cambio de precios del vino o de cantidad es importante. Y este año va a ser conflictivo por varias cosas. Si el comprador de uvas ve que, por ejemplo, el tinto no lo ha vendido y sabe las dificultades que hay, y si, además, le viene una cosecha superior de tinto, ¿A cómo debe pagar las uvas? En blanco es verdad que hay más actividad, sí, pero ¿será este aumento de actividad suficiente para acaparar una muy buena cosecha de blanco?
El sector agrícola y los sindicatos, en su papel, es normal que exijan un precio mínimo de uva, es normal, pero quien es capaz de evaluar y hacerlo imparcialmente el precio que le debe corresponder a la uva para que ni el agricultor pierda, ni el comprador y elaborador lo haga también a la hora de vender el vino con un coste que no pueda luego recoger. Yo al menos me veo incapaz de hacerlo para contentar a todo el mundo y no solo contentarlo, sino sobre todo ser justo y equitativo para todas las partes que es lo que se debe perseguir.
En fin, pensándolo bien son los problemas de cada año, que habrá que ir solucionando, si se puede, conforme vayan viniendo, pero que van a venir, estén seguros. Lo iremos comentando…
Cuídense mucho y ya saben, PROMOCIONEMOS EL VINO. LA VIDA SIEMPRE MEJOR CON VINO.