Lo que hasta hace pocos años era un mercado en proyecto, que todos sabíamos que llegaría, pero al que muchos no le hacían mucho caso, mientras otros tomaban posiciones, hoy se ha convertido en un importantísimo sistema de ventas, que va en aumento día a día y que se ha visto potenciado y consolidado enormemente con la pandemia y las confinaciones en casa, desde donde se han pedido vinos a través de la red

         Este mercado se puede dividir en tres sectores al menos y principalmente, tres canales de ventas que se van introduciendo en nuestros ordenadores, teléfonos móviles, tabletas, etc.

         En primer lugar, las mismas bodegas elaboradoras y embotelladoras de vinos, que ponen sus vinos en venta a través de poner una pequeña tienda en su propia página web. Creo que casi la totalidad de las bodegas embotelladoras con página web la tienen. Buena iniciativa y sin embargo no es el canal en el que más se vende vino, quizá sorprendentemente para muchos.

Revisando algunas páginas aleatoriamente, veo que los precios que tienen las propias bodegas a veces son superiores al que puedes encontrar ese mismo vino en tiendas, bien grandes superficies o incluso en tiendas especializadas, o también al que lo puedes adquirir a través de las grandes tiendas de ventas de vino por internet, de las que hablaré ahora.

         No sé si esto es debido a que la propia bodega quiera “cuidar” a sus distribuidores y otros canales de venta más consolidados que tiene y no le quiera hacer la competencia a sí mismo poniendo precios que indudablemente podrían ser los más baratos de sus vinos en el mercado. O que haya quien sobrevalore a propósito sus vinos para quien los vea a través de la web. El caso es que creo que por ahí se pierden ventas, pero ya digo que quizá sean tácticas comerciales que tengan, las cuales, como es lógico, no voy a criticar, ni mucho más o menos.

         La atención al cliente en estas páginas es buena y quien compra directamente a través de la bodega suele quedar contento.

         En segundo canal de venta, quizá el que menos venda por la web, pero que es quien da un estupendo servicio es la pequeña tienda especializada, que a la vez que tiene tienda física abierta al público, aprovecha también para vender en la web sus productos. Esta tienda es la que menos vende, y los precios quizá no sean tan competitivos, pero sin embargo tiene ventajas, una mejor atención directa, recomendaciones de vinos según gustos e incluso no tener que comprar cantidades mínimas, puedes comprar botellas sueltas y, por ejemplo, llenar una caja de seis botellas con seis diferentes marcas, tipos, o como quieras, en un servicio más directo y del agrado de quien no le importan tanto pagar quizá un poco más a cambio de estas ventajas.

         En tercer lugar, termino con las grandes tiendas de ventas por internet, unas pocas marcas pero que venden la inmensa mayoría del vino que se vende a través de la red. Tienen la indudable ventaja de variedad, ya que disponen de cientos o miles de marcas de vinos diferentes, tienen un buen precio ya que lo pueden sacar por su superior venta.

Todas las bodegas desean que sus vinos estén en estas tiendas y quizá esto sea el principal error, ya que está empezando a suceder, aunque de momento no tanto, lo que pasa en las grandes superficies, y es que por el deseo de estar en esas tiendas, aprietan enormemente a la hora de negociar las plantillas de precios del vino y podemos llegar a que nos suceda igual, como digo, que en las grandes superficies, donde el margen comercial del vendedor cada día es más pequeño y casi no merece la pena venderles.

         No es que quiera ir contra estas grandes tiendas, no, creo que venden mucho vino y más que van a vender, pero si quiero decir que sobre todo se pueda potenciar y facilitar la venta desde cada bodega, sinceramente me he puesto en contacto con bastantes bodegas, de forma anónima, y la inmensa mayoría no me han contestado, lo que demuestra una cierta dejadez, muchas tienen la tienda porque hay que tenerla, pero no le hacen prácticamente caso, no la cuidan y esto debe de cambiar.

En resumidas cuentas, estamos ante un canal de venta que crece exponencialmente y más que lo va a seguir haciendo en años sucesivos, ha venido para quedarse y crecer, y no debemos de desaprovecharlo, antes era el futuro, ahora es el presente y viene empujando fuerte

¡¡¡Cuídense!!! Y ya saben, promocionemos el vino…

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