
Tenemos semanas en las que la operatividad y actividad de los mercados se ralentiza más de lo normal, de cara ya a este verano, aún más, las noticias van escaseando por vacaciones y estar en un impase de espera ya de cara a las venideras vendimias. No obstante, siempre hay algo nuevo que salta al mercado y que es digno de comentar, esta semana, entre otras cosas, quiero resaltar los datos que avanza la Unión Europea al argumentar la autorización a las diversas destilaciones de crisis y que son preocupantes, y es que dice que la comercialización de vinos que se espera en esta campaña en los principales países productores de la UE tiene una reducción de consumo que la estima en un 7% en Italia, un 10% en España, un 15% en Francia, un 22% en Alemania y un 34% en Portugal. Si los comparamos estos datos con los que había previos a la pandemia.
Estos descensos son demoledores si al final, como parece, se cumplen, sobre esto luego se puede decir lo que se quiera, pero los números son contundentes. Fíjense, además, que estos enormes descensos son de los países productores y consumidores, trasladen estos datos a países sin tradición consumidora, como África, Sudeste asiático, sobre todo, Sudamérica. Rusia y países satélites cerrados completamente, China descendiendo. Países sin una gran tradición consumidora y que, además, han visto encarecer este producto a consecuencia, no solo de la subida del precio del vino, sino también de los componentes alrededor del mismo y, sobre todo el transporte, Muchos de ustedes saben lo que costaba enviar un contenedor de vino a China o a EE. UU y lo que cuesta ahora…
Y por mucho que se comente y se diga, sea por quien sea, nuestras bodegas tienen aún mucho vino, algunos con calidades que dejan de desear bastante, y en menos de dos meses estamos cortando uvas y se nos viene una cosecha, con casi total seguridad mayor, en términos nacionales, a las dos pasadas, con lo que el problema, antes de solucionarse, se acrecentará. Mucho me temo que la escasa destilación de crisis aceptada este año y pedida por apenas dos comunidades, el año próximo, la campaña próxima, se verá más que aumentada y pedida por muchas más zonas. Ojalá me equivoque…
Seguimos con datos que nos proporciona el MAPA y que siguen, por desgracia, sin poder ser valorados como buenos, antes bien, todo lo contrario. Referente al consumo de vino en España. Y nos da datos como: El consumo de vino en hogares en 2022 se cerró con una media de 7,3 litros per cápita y año. Desglosa datos entre hogares de clase alta y media alta donde se consume 9,2 litros y en los hogares de clase media el consumo es de 7 litros y en los de clase baja 6,9 litros por persona y año.
No es por nada, pero esto, yo se lo estoy diciendo desde hace meses, no con datos que no tengo, pero si que, como saben, tomo el pulso del mercado día tras día, en la arena, en el ruedo, no en despachos donde se manejan muchos datos, pero se habla con pocas personas. Y ese pulso no engaña, no suele engañar. Quizá haya quien me califique de pesimista, nada más lejos de mi deseo, ojalá pudiera decir todo lo contrario, lo he dicho cuando ha correspondido y me he alegrado más que nadie. Pero lo que les digo: cuando palpas y pulsas el mercado directamente cada día, te das cuenta de la realidad y la única realidad en la práctica totalidad de esta campaña, que ya está a punto de expirar, es que la gente se quejaba de pocas ventas, de poco consumo, que llevaba a no vender al embotellador y este no comprar por falta de ventas. Todo esto, que como saben, les vengo informando desde hace meses, como les digo, se va ratificando y respaldado luego con los datos, pero el mercado, el de verdad, ya lo sabía y lo sabíamos desde hace tiempo, y El Correo del Vino, pese a quien pese es el que se lo ha ido informando cada semana, cada día…
Cuídense mucho y ya saben, PROMOCIONEMOS EL VINO. SIEMPRE MEJOR CON VINO.