Tomo este titular para comentar la situación del mercado del vino en el ámbito mundial. Esta semana el OEMV ha sacado un informe resumen de memorias de actividades. E informe económico del año 2023 que recomiendo bajarse desde su página, y con el subtitulo que me ha llamado la atención, que reza: “Poco vino, pocas ventas, en un mercado cada vez más polarizado”  y que define perfectamente nuestra situación. En este titular hay algo que puede cambiar rápidamente y que hay que resaltar y es el principio de la frase “poco vino”. Esto puede cambiar en cualquier nueva campaña. El resto, añadiéndolo alguna cosa, es no diría que invariable, pero si muy difícil de rectificar.

Aunque sean cosas reiterativas, son el problema al que hay que ir buscando soluciones, en primer lugar, y no necesariamente lo más importante, es el cambio de gusto por el tipo de vino, claramente enfocado hacia los vinos blancos y rosados, y a los espumosos. Aún así, y este es uno de nuestros grandes defectos, hay quienes se siguen empeñando en que “mi vino es el mejor y es lo que hago y es lo que tienen que consumir”. Zonas donde siempre han sido famosos por sus blancos o rasados, y que cambiaron al tinto, se siguen empeñando en que el tinto es lo que el consumidor tiene que beber, así, les falta blanco, les sobra tinto, pero no son capaces de valorar la situación y, aún haciendo titos, volver a blanco o rosado. Me llama la atención algo que es todo lo contrario y es que esta semana publicamos la noticia de que Rioja va a promocionar en Madrid “sus vinos blancos” Rioja, siempre ensalzada por sus vinos tintos, va a promocionar sus vinos blancos (muchos magníficos por otra parte), significa esto que deje a un lado los tintos, No, por supuesto, pero se amolda a las tendencias y potencia también sus vinos blancos, sabiendo que la tendencia se enfoca a esos vinos. Debemos de hacer el vino que quiere el consumidor, no el vino que queremos nosotros, o al menos complementar nuestros vinos de siempre con los que se demandan hoy en el mundo entero.

Otro cambio es el del consumo, ya se lo he comentado en otras ocasiones, el consumo diario de vino está desapareciendo, en función de edades, para dar paso más al consumo ocasional. El consumidor que cada día pone en su mesa una botella de vino a la hora de comer o cenar, está bajando, una joven pareja que ponga cada día esa botella es raro de ver. Sin embargo, gana el consumidor de fin de semana o de reuniones de amigos o comidas en restaurantes no diarias. Será la crisis, el precio de algunos vinos, o la falta de costumbre, pero el consumidor habitual de vino está desapareciendo y hay que ir a por él, es fundamental porque es el que de verdad suma consumo. Esta semana también leo con envidia en la prensa francesa que el vino vuelve a ponerse de moda en el aspecto de superar la tendencia frente a la cerveza. Y eso que Francia tiene los más bajos índices de consumo de su historia, pero potencian sus vinos como pocos países lo hacen.

Una cosa trae la otra y el descenso de consumo y el cambio de consumo de vino, nos lleva a un cambio radical en el comercio del vino, y en las ventas, claramente a la baja, y les sigo recordando que hablo en el ámbito mundial, no español solamente. La baja de ventas en muchos casos es más que significativa, que lo es, alarmante. Hay que intentar recuperar mercados. China parece que vuelve al vino australiano tras llegar a un acuerdo, de hecho, en 2023 Japón supera en compra de nuestros vinos a China, que queda en segundo lugar en el mercado asiático. Cuando parecía que China sería la salvación de nuestros vinos… Los mercados rusos y países afines, cerrados completamente y Alemania, Francia, Italia, Gran Bretaña, son las que nos sacan las castañas del fuego, pero hay que tener en cuenta los problemas que tienen ellos también, que son los mismos que en España. Esta semana también se quejan los franceses, por ejemplo, de que Carrefour tiene vinos de Burdeos en venta a 1,66 euros la botella.

Termino, con el principio y es el que hay poco vino, efectivamente, tenemos poco vino, muy poco, por eso tenemos los precios donde los tenemos, sobre todo en blancos, pero esto no siempre va a ser así hemos tenido la “suerte” de tener tres cosechas seguidas cortas, dos cortas y una muy corta, acompañada de la misma situación en Francia e Italia, pero esto puede cambiar en cualquier momento. Este año parece que la sequía no será un problema y si tenemos en esta vendimia una cosecha nada más que normal en estos tres países, el problema del vino puede ser grande, muy grande, si España llega a 45 millones, cosa normal, y en iguales o parecidas cantidades en Francia e Italia, la comercialización de los vinos será nuestro gran, real y primer problema, no lo duden…

Cuídense mucho y ya saben, PROMOCIONEMOS EL VINO. LA VIDA SIEMPRE MEJOR CON VINO.

Comparte en tus redes sociales:

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *