Es un varietal rústico, prácticamente extinguido en la Península y en regresión en Canarias
Madrid, marzo de 2020.-Es una uva ciertamente peculiar. Escasísima y con unas particularidades que dificultan su cultivo. Pero esto nunca, ni ayer ni hoy, fue un problema para EL GRIFO (www.elgrifo.com), que durante los dos últimos siglos y medio se ha empeñado en arrancar al volcán la esencia de sus entrañas.5000 botellas guardan la máxima expresión de la añada 2019, un vino catalogado en la propia bodega como ‘particularmente raro’. Ellos no cejan en su empeño de seguir elaborando este varietal rústico y prácticamente extinguido en la Península y en regresión en Canarias, donde fue introducido desde el comienzo de la conquista de Tenerife (1496).
No del gusto de los conejos
Es una planta muy vigorosa, rastrera, resistente a enfermedades, con racimos de mediano tamaño con granos gordos, redondos, de color blanco-verdoso y con piel gruesa y dura. Su rusticidad, además de su resistencia a enfermedades criptogámicas, hace que no resulte apetecible para los conejos que asuelan el viñedo de Lanzarote. Quizás por esta razón se ha mantenido en parajes donde las coladas volcánicas son el refugio de los roedores y donde resultan especialmente dañinos.
En la actualidad, Lanzarote produce más de la mitad del Vijariego que se cultiva en el Archipiélago. Como el resto de variedades lanzaroteñas, es prefiloxérica, plantada a pie franco, bajo un manto de arena volcánica y protegida de los vientos por muros de piedra.
Al igual que la Malvasía Volcánica, es una variedad terpénica y de elevada acidez natural. Es la última en vendimiarse, junto con la moscatel, con un retraso de dos o tres semanas respecto a las restantes variedades, es decir, a finales de agosto o comienzos de septiembre.
Es muy importante hacer un seguimiento de la evolución de la baya para calcular el momento más conveniente para su vendimia. Dado que su hollejo es duro, grueso y complicado de prensar, la vinificación es dificultosa. Además, el mosto es viscoso y difícil de desfangar, de modo que algunos años ha sido clave el centrifugado
Sobre 2019
En la última añada, como en la de 2018, la fermentación se realizó con levaduras propias, recolectadas en el viñedo y, posteriormente, seleccionadas.
Se ha constatado que la estancia del vino sobre lías, de cuatro a seis meses, y un cierto reposo en botella, incrementa sus características varietales. Como resultado, un vino de color amarillo pálido brillante, con denotaciones verdosas. El aroma es muy complejo, con recuerdos a menta, pimienta y hierbas aromáticas como manzanilla y mostaza. Destaca el marcado carácter varietal. La entrada es sedosa, fresco y equilibrado, demuestra cierta untuosidad en boca que aporta personalidad y largura.
Una bodega con 245 años de historia
Fundada en 1775, atesora tradición, maestría y todo aquello que sólo el paso del tiempo deja. Porque es la bodega más antigua de Canarias y una de las diez de toda España. Ha pertenecido a tres familias. Primero a los Ribera, después a los De Castro y, desde 1880, a la familia actual, descendiente de Manuel García Durán. Cada referencia, sin duda, expresa la herencia del volcán. Así, los vinos han alcanzado el reconocimiento en Lanzarote, pero también en la Península e internacionalmente. Además, su museo y el wine bar, con oferta gastronómica y tienda, son destino para los amantes del enoturismo. Desde el punto de vista cultural, atesora grandes joyas en el citado museo y en la biblioteca, que alberga 5.000 títulos en torno al vino.
Vijariego 2019 PVP: 17euros
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