Ya es casi tedioso el seguir diciendo que el consumo del vino no para de descender y que hay que tomar medidas para intentar recuperarlo, es cierto, y mientras por muchos sitios se hacen campañas y acciones para ir recuperando, mientras el esfuerzo que se hace por empresas e instituciones es digno de elogiar, tenga o no las consecuencias deseadas pero que al menos se está intentando, por otro lado, se echa abajo todos estos intentos. Y me explico con una cosa que me ha sucedido a mí mismo esta misma semana y que me llamó la atención, creo que clama al cielo y es justamente lo contrario de cómo se debe actuar. Les cuento lo que me pasó:

Viene un amigo y cliente, industrial del vino en una empresa con decena de años de antigüedad, es decir, gente del vino, como suelo decir. Nos vamos a comer, y quiero resaltar, aunque luego me extenderé, a un PARADOR NACIONAL DE TURISMO, un sitio, por llamarlo de alguna manera, oficial, del gobierno de España, son sitios dependientes del ministerio.

Nos sentamos a comer y pedimos un vino blanco del lugar, como siempre me gusta a mi pedir. Nos presentan un vino blanco, efectivamente del lugar, correcto, a temperatura correcta, con una cubitera al lado para mantener temperatura, todo bien.  Yo no tenía que conducir, pero mi co-comensal si, por lo que no nos bebimos la botella entera, eso da igual.

El vino era conocido por mí, ya que era de mi localidad y sé lo que cuesta, más o menos, que es sobre 2 euros la botella, ya digo que más o menos, pero con poca diferencia. Lo miro en la carta y ponía la marca del vino y el precio era el siguiente: CUATRO EUROS LA COPA O 20 EUROS LA BOTELLA, si, 20 euros más el 10% de IVA, 22 euros la botella que nos pusieron y que vale 2 euros.

Resalto que era en un Parador Nacional de Turismo, ya que creo que, desde estos sitios más que en ningún otro se debe promocional nuestros vinos, empezando por los locales y siguiendo por, en general los vinos españoles.

Si les digo que en las cuatro o cinco mesas que había comiendo, no vi otra botella de vino, no les extrañará, la gente se pide una cerveza, más en este tiempo, y le sale muchísimo más barato que este ROBO, yo lo califico así, por una botella de vino de 2 euros, que te cobren 22 euros, es un incremento del 1.000%, una vergüenza. Más siendo vinos locales que, en teoría hay que potenciarlos.

Siempre hemos dicho que la hostelería se aprovecha de los vinos enormemente, es cierto en la mayoría de los casos, pero creo que en los sitios dependientes del gobierno se debería cuidar muy mucho este extremo, y que sirvieran para dar a conocer y potenciar el consumo de nuestros vinos, y esta no es la manera, es simplemente, una vergüenza.

Quien venía conmigo, que, como digo, es del sector del vino y con gran experiencia, me dijo que luego los agricultores, sindicatos y muchas veces el público en general, ven esto y dicen lo mucho que ganan los industriales que embotellan vino. Y me recordó que, si vamos al principio, la bodega embotelladora, había vendido la botella a 2 euros, que seguramente, se la había llevado hasta el mismo restaurante, por lo que el margen no tiene ni comparación con lo que estamos hablando.

También me comentó que en un restaurante donde suele ir, uno de lujo y reconocida fama, por una botella de un vino muy bueno le cobran 70 euros, y en tienda vale 42, hay margen, desde luego, pero si le hubieran puesto el mismo margen le tenían que haber cobrado 420 euros, esa es la diferencia, en la primera es un margen alto, pero más normal, lo segundo sería un robo… Pues eso.

Creo que mientras esto siga sucediendo, la gente se decantará por beber cualquier otra cosa menos el vino. Una verdadera pena.

Cuídense mucho y ya saben, PROMOCIONEMOS EL VINO. LA VIDA SIEMPRE MEJOR CON VINO.

Javier Sánchez-Migallón Royo