La vendimia es uno de los momentos más importantes y esperados de todo el proceso de elaboración del vino. Como seguramente ya sabes, esta consiste en la recogida de los racimos de uva en el viñedo para su posterior transformación en vino. Durante estos días, culmina todo un año de duro trabajo en el campo y en bodega para que todo sea perfecto.


En estas líneas nos adentraremos en algunas curiosidades de la vendimia que la convierten en especial en todo el mundo, a través de algunas curiosidades que probablemente desconocías sobre este fascinante proceso. Desde el origen y los primeros registros de una vendimia en el mundo hasta la decisión del momento en el que vendimiar, las distintas técnicas para llevarla a cabo o las peculiaridades que ofrece cada variedad de uva…

La vendimia es un viaje hacia el alma del vino, su origen en el viñedo y la historia contada a través de cada añada.

La primera vendimia, desde Egipto hasta nuestros días. 

En la antigüedad, el vino era considerado como una bebida casi divina, únicamente al alcance de nobles y reyes y, aunque poco se parecen los primeros vinos a los actuales, la verdad es que las técnicas de recolección, en algunos casos, no han sufrido grandes cambios.

¿Sabías que fueron los egipcios, los primeros en organizar las primeras vendimias? Como te adelantábamos antes, la técnica era muy similar a la actual. Los vendimiadores recogían los racimos directamente de la vid y se recolectaban en cajas para su posterior tratamiento. Cabe destacar que, aunque estamos hablando de hace más de 5.000 años, en algunos lugares, la recolección sigue siendo exactamente igual.

Independientemente de la época y la civilización, la vendimia siempre ha sido y será un momento de fiesta para el campo y para los pueblos que ayuda, sin duda, a mantener las tradiciones locales.

¿Cuándo comienza la vendimia? 

El momento en el que arranca la vendimia puede variar (entre otros factores) según la región en la que se lleva a cabo. Teniendo en cuenta que ese momento lo marca el estado de maduración de la uva, no es raro pensar que hay ciertos factores que pueden adelantar o retrasar el momento de vendimia.

Vino de calidad. La vendimia.

Las condiciones climáticas, la altitud y, por supuesto, la variedad de uva son factores determinantes en el momento de inicio de la vendimia.

Uvas tintas vs. uvas blancas. Aunque hablaremos detenidamente de ello, por lo general, la vendimia de uvas blancas tiende a ser más temprana que la de uvas tintas, aunque dependiendo de la vinificación y de las variedades, es posible que esto no se cumpla.

Clima y meteorología. Al estar condicionada por la maduración de una fruta, está claro que la temperatura, las lluvias y otros factores meteorológicos tienen una relación directa con el inicio de la vendimia. Así en climas más fríos, la vendimia será más tardía, al contrario que en climas más cálidos, en los que será más temprana.

Vendimia manual vs. vendimia mecanizada.

Ya hemos hablado en otras ocasiones sobre la diferencia entre la vendimia manual y la vendimia mecanizada. A modo de resumen, diremos que la forma en que se lleva a cabo la vendimia es un aspecto crucial en la elaboración del vino y puede variar significativamente entre las bodegas y las regiones vinícolas.

Vendimia Manual: El Toque Artesanal
La vendimia manual, como su propio nombre indica, consiste en la recolección, por parte de los vendimiadores de los racimos, uno a uno. Este proceso aporta valor ya que cuenta con la experiencia de los trabajadores que seleccionan cuidadosamente los mejores racimos y descartan aquellos que no están en estado óptimo. Además, este proceso, al ser más lento y meticuloso, daña menos a la uva.

Existen algunos casos como, por ejemplo, el de viñedos escarpados o con condiciones geográficas adversas que impiden una vendimia mecánica, por lo que la vendimia manual es la única forma posible de recolección de los racimos.

Vendimia Mecanizada: Eficiencia y Rapidez
La vendimia mecanizada, por otro lado, involucra máquinas diseñadas específicamente para cosechar uvas. Este tipo de vendimia consigue mayor rapidez, lo cual puede ser crucial en temporadas en la que el clima es adverso y hay que recolectar toda la cosecha rápidamente. Por otro lado, al ser más rápido conlleva menores costes aunque no permite en un primer momento la selección de los mejores racimos. En otros posts veremos que esto puede solucionarse con sistemas de visión artificial que conllevan la elección de las mejores uvas.

Vendimia nocturna vs. vendimia de día.

Al igual que la vendimia manual o la mecanizada, la elección entre vendimia nocturna y vendimia de día es un tema que también hemos tratado en nuestro blog.

El momento del día en que se lleva a cabo la vendimia es una decisión crucial y determinante. Esta elección varía según la región, el tipo de uva y las preferencias de los viticultores, y se divide principalmente en vendimia diurna y nocturna.

Vendimia Nocturna: Conservando la Frescura
La vendimia nocturna se lleva a cabo durante la noche y la principal ventaja que presenta es la temperatura y todo lo que ello conlleva. Las temperaturas más frescas ayudan a preservar la frescura y evitan la oxidación prematura del mosto. Además evita la actividad microbiana.

Este tipo de vendimia conserva más los aromas de la uva consiguiendo un potencial aromático mayor de los vinos cuya uva se vendimia de noche.

Vendimia Diurna: Aprovechando la Luz del Sol
La vendimia diurna, como su nombre indica, se realiza durante las horas de luz del día, por lo general desde primera hora de la mañana. Este tipo de vendimia tiene varias ventajas, una de las más importantes es la elección de los mejores racimos directamente en el campo, es decir, la visibilidad es una de las principales ventajas de este tipo de vendimia.
Para contrarrestar la temperatura y conseguir un mayor potencial aromático en los vinos, muchas bodegas cuentan con cámaras frigoríficas para que la uva entre en el proceso de vinificación a una temperatura menor.

La variedad de uva es crucial en el momento de vendimia.

Uno de los momentos cruciales en la vendimia es la elección el momento idóneo para recoger cada variedad de uva, ya que cada una tiene unas características únicas y, por lo tanto, su propio momento de madurez ideal.

Por lo general, las variedades blancas se recogen antes que las variedades tintas, si bien, es importante recalcar que en la vendimia de las variedades blancas se busca conservar un toque de acidez refrescante. Las variedades tintas requieren un enfoque diferente debido a la madurez de sus taninos y la complejidad de sus sabores.

La uva Tempranillo se cosecha generalmente a finales de septiembre y principios de octubre. El momento exacto varía según el estilo de vino buscado y al región. Si hablamos de vinos más jóvenes, la cosecha puede ser más temprana. Para crianzas y reservas, suele retrasarse para lograr mayor concentración y madurez, típica de regiones como Ribera del Duero.

La uva Treixadura, típica de Galicia, suele cosecharse en septiembre, cuando la uva a alcanzado una acidez equilibrada y desarrollan sus característicos aromas florales y cítricos. Así se consiguen vinos blancos muy frescos como los típicos de Ribeiro.

La uva Albariño, también de Galicia, en ocasiones es algo más temprana que la Treixadura, cosechándose en las primeras semanas de septiembre, incluso en los últimos días de agosto. Su recolección temprana resalta la acidez y sus aromas, ideales para vinos blancos atlánticos de la D.O. Rías Baixas.

La Verdejo, típica de la región de Rueda en España, se cosecha en septiembre, aunque algunas añadas han visto la vendimia en el mes de agosto. Es muy común recoger esta vendimia de noche para conservar la frescura típica de la variedad y conseguir un alto perfil aromático.

La vendimia y el arte

Dada la gran tradición vitivinícola que existe en nuestro país, no es de extrañar que grandes artistas se hayan visto impresionados por la belleza del mundo del vino la vendimia. Algunas de las obras más famosas de los pintores más reconocidos de nuestro país han tenido al vino y a la vendimia como protagonistas. Son ejemplos de esto El Triunfo de Baco de Velázquez o La Vendimia de Goya, ambas obras pueden disfrutarse en el Museo Nacional del Prado.

Pero existen otros artistas internacionales que se han dejado cautivar por el vino, las uvas y el viñedo. Algunos ejemplos son “El almuerzo de los remeros” de Renoir, “El viñedo rojo” de Van Gogh, “El bacanal de los andrios” de Tiziano, “El jardín de las delicias” de El Bosco, o “Judith en el banquete de Holofernes” de Rembrandt…

El vino y la religión

La relación entre el vino y la religión se extiende a lo largos de toda la historia ya que este es un elemento central en numerosos rituales y celebraciones. El vino está presente en la eucaristía y en la Biblia de forma expresa. Ejemplo de ello es la Última Cena de Jesús con sus discípulos y el sacramento en el que el vino se transforma en la sangre de Cristo. Otro ejemplo es en la Biblia, en el pasaje de las Bodas de Caná, Jesús convierte el agua en vino.

La vinculación del vino con los dioses griegos y romanos es también conocida por todos. Ejemplo de ello son los dioses Baco o Dionisio, también muy representados en el mundo del arte.

Pero no solo el cristianismo tiene al vino como protagonista. También juega un papel central en el Sabbat y el Pésaj judío, o en la religión islámica que, aunque lo prohíbe, lo concibe como un premio que se encontrará en el paraíso.

¿Conocías todas estas curiosidades?

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