
Nunca me ha gustado hacer de zahorí o adivino, más en este mercado, en el que el tiempo nos ha enseñado que quien se atreve a hacer pronósticos a largo plazo, lo más normal es que se equivoque. Lo que pasa es que muchos de ustedes, tanto del sector comprador, como del vendedor, me lo preguntan a diario, lo que, por otra parte, es de agradecer ya que confían en mi criterio y experiencia en este sector. Siempre digo que los pronósticos se hacen, o mejor, los hago, siempre y cuando las cosas sigan con normalidad y sin sucesos inesperados que, desde luego, pueden hacer cambiar radicalmente el pronóstico y darle la vuelta como a un calcetín, totalmente. Por tanto, tomen esto, como lo que es, una idea un avance de cómo puede desarrollarse el mercado siempre que sigan las cosas con normalidad. Si por ejemplo apareciera un mildiu masivo, o en verano unos días continuados de temperaturas extremas, podría cambiar todo.
Me voy a referir principalmente al mercado interno español, al cotidiano, diario. Lo más probable es que, según se va viendo, la próxima cosecha va a ser buena o muy buena. No me atrevo a predecir aún cantidades, pero lo lógico es que supere con creces a estas dos últimas que hemos tenido, tanto en blancos, como en tintos. Esto, hoy en día, no hay nadie que lo niegue, si no pasa nada extraordinario, nuestra cosecha será muy superior a las pasadas tras haberse superado la sequía.
La semana pasada ya les comenté mi gran preocupación por la bajada continua de exportaciones de vino y el más o menos mantenimiento del consumo, que no termina de avanzan con contundencia.
Los consumos han cambiado totalmente. En un reciente viaje a países del este de Europa me ha sorprendido enormemente que en cada bar y restaurante había grandes pizarras en la calle que anunciaban Frizzantes, Prosecco y Aperol. Y en los supermercados, pocos vinos españoles, pero se volvía a ver estanterías llenas de lo mismo, sobre todo, Frizzantes y Prosecco blancos. Tenemos firmas en España, de todos conocidas que están cambiando la producción de cava y aumentando la de Prosecco. Aparte de esto, que se lo quería poner como anécdota, lo cierto es que el consumo cambia, y va hacia este tipo de vinos, frescos, con burbujas o “burbujillas” como yo les digo y sin más pretensiones. Luego, para los consumidores más avezados, quedan los tintos, crianzas, reservas, etc. Y en cuanto a vinos de los antes denominados de mesa, siempre digo que en cuantas mesas españolas se pone cada día a la hora de comer, una botella de vino en la mesa, a diario. Cada vez menos, pregunten o vean en su entorno y esto está bajando cada día más, haciendo consumidores de fin de semana.
Volviendo, de nuevo al pronóstico, y con estos y otros antecedentes, hay una cosa clara y es que el vino va a bajar en su precio, no sé si a partir de ahora u ya sea con los vinos nuevos. A quien me pregunta, y vuelvo a poner lo que yo digo siempre, ya que es lo que pienso, es: ¿Qué posibilidades hay ahora mismo que el vino suba? Creo sinceramente que, a corto, ninguna o mínimas, por tanto, lo mejor es quitarse mercancía de encima. Si no sube, aunque no baje, que es lo más probable, y se mantiene, pues para vender al mismo precio el mes que viene, mejor venderlo ahora, ya que tampoco el mercado está para abrir la boca en ventas y que te quiten el vino de las manos. Y si lo guardamos más a largo plazo y tras la vendimia los vinos bajan de precio, el quebranto económico será mayor, por tanto, sigo pensando que es hora de vender nuestros vinos si hay quien nos lo compre. Hay muchas más posibilidades de que baje y le perdamos dinero, que suba para ganarle algo, que, yo al menos, no lo veo.
Y no con esto quiero ser totalmente pesimista, no, ahora lo veo así, es cierto, y con prácticamente el cien por cien de con quien hablo piensa lo mismo, pero quien nos dice que la próxima campaña con precios más bajos, adaptando producciones al consumo, no comenzamos a vender y exportar más, y puede ser un año que termine de manera diferente a como empiece, eso nadie lo sabe, pero puede pasar perfectamente. Los mercados nos tienen acostumbrados a cambiar en función de que se tengan que adaptar a las circunstancias que los mercados mandan.
Por tanto, vamos a estar tranquilos, pensemos bien en lo que antes les expongo y cada cual que actúe con lo que su intuición le diga. Lo que yo les he comentado es lo que pienso y lo que tomo a diario en el pulso de los mercados, pero tampoco tiene por qué ser palabra de rey, es simplemente mi opinión, respaldada por muchos de ustedes que me han empujado a hacer un artículo con este tema.
Cuídense mucho y ya saben, PROMOCIONEMOS EL VINO. LA VIDA SIEMPRE MEJOR CON VINO.
Javier Sánchez-Migallón Royo
