
Hoy nos reunimos aquí para exponer la realidad que atraviesa uno de los sectores más emblemáticos de nuestra tierra: el sector vitivinícola en Álava. Durante siglos, las bodegas de nuestra región han sido un pilar fundamental de nuestra identidad y economía. Sin embargo, hoy nos enfrentamos a una crisis profunda que amenaza con socavar el legado que tantas generaciones han construido.
La crisis que vive el sector vitivinícola en Álava es grave. Hemos visto cómo han cerrado 96 bodegas desde 2015 hasta el 2023, pasando de 358 a 262. La caída en los precios de la uva, que pasó de 1.19€ en 2017 a 0.71€ en 2022, y del vino, junto con el aumento de los costos de producción, ha reducido drásticamente los márgenes de rentabilidad, haciendo que muchos vitivinicultores consideren abandonar la actividad.
Además, la despoblación rural agrava esta situación, pues los jóvenes buscan oportunidades lejos de nuestras tierras, dejando atrás viñedos que podrían quedar en el olvido.
La falta de relevo generacional pone en peligro la continuidad de esta tradición, con un descenso del 7.7% en el número de viticultores.
A esta crisis se suma la situación que enfrentamos dentro de la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja. Durante años, hemos sido testigos de cómo la alta producción permitida por el Consejo Regulador ha llevado a una homogeneización del producto, diluyendo la identidad única de los vinos de Rioja Alavesa. La alta producción junto con el cambio en los hábitos de consumo, ha contribuido a una bajada de precios.
Las grandes distribuidoras han ganado terreno, dejando a nuestras bodegas familiares en desventaja. Esta concentración de poder ha generado un monopolio que perjudica a los pequeños productores, quienes luchan por mantener la calidad en un mercado que prioriza la cantidad. La compraventa de hectáreas de viñedos se está centralizando en grandes inversores, lo que provoca la pérdida de patrimonio en familias y viticultores locales.
Es una cuestión de supervivencia, debemos adoptar medidas que deben garantizar la viabilidad de nuestras bodegas conservando su esencia, carácter y prestigio en el mercado global.
Es vital que los vinos de Alava se diferencien dentro de la DOCa Rioja para proteger su singularidad. Los productores alaveses buscan diferenciarse para evitar ser confundido con otras opciones.
Esta distinción es clave para mejorar su posicionamiento en el mercado atrayendo a consumidores que valoren la calidad y exclusividad de sus productos.
Además, en nuestra propia comunidad autónoma, persiste la confusión entre la comunidad autónoma de La Rioja y la comarca de Rioja Alavesa, Euskadi.
Este desconocimiento ha dado lugar a percepciones erróneas, afectando la comercialización y limitando la capacidad de los consumidores para tomar decisiones informadas. Debemos esforzarnos para que nuestros vinos se destaquen como una entidad única, reconocida por su excelencia y autenticidad.”
Por ello, en ABRA hemos decidido emprender un nuevo camino, uno que nos permita preservar la identidad y calidad de nuestros vinos. Este compromiso no consiste en crear nuevas denominaciones, sino en fortalecer aquello que ya nos hace únicos.
ABRA apuesta por elevar la calidad de nuestros productos, profundizar en las raíces de nuestra viticultura y proteger las prácticas tradicionales que nos distinguen.
Sabemos que los consumidores valoran cada vez más los productos de cercanía y calidad. Es nuestro deber seguir trabajando en la educación y concienciación del público, para que quienes eligen nuestros vinos comprendan el esfuerzo, la dedicación y la tradición que respaldan cada botella.
Nuestros vinos no son simplemente un producto más en el mercado; son el fruto de siglos de historia, de un trabajo artesanal y de un profundo respeto por nuestra tierra.
Trabajaremos para garantizar que cada botella con el nombre de Rioja Alavesa sea sinónimo de excelencia. Ahora es el momento de unirnos como comunidad, de fortalecer nuestros valores y asegurar que las futuras generaciones puedan seguir viviendo de esta tradición milenaria. Este camino requiere el esfuerzo conjunto, pero con determinación y orgullo, podemos asegurar que el sector vitivinícola de Álava no solo sobreviva, sino que florezca, consolidándose como un referente de calidad en el mercado global.
Este manifiesto es un llamado a la acción. Es el momento de asegurar que el sector vitivinícola de Álava no solo perdure, sino que prospere. Juntos, podemos lograrlo.
Juntos, podemos escribir el próximo capítulo de nuestra historia vinícola con orgullo y dignidad.
Crisis en el Sector Vitivinícola de Álava: “Es vital que los consumidores diferencien nuestros vinos”
La rentabilidad del producto y falta de relevo generacional ponen en riesgo el futuro de más del 20% de la población.
El sector vitivinícola en Álava enfrenta una de sus peores crisis en décadas, según un reciente informe de la Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa (ABRA). A pesar del prestigio indiscutible de los vinos de la región, el cierre de bodegas se ha intensificado, agravado por una preocupante falta de relevo generacional. La escasa rentabilidad del producto y el desinterés de los jóvenes en continuar en la viticultura, optando por oportunidades en otros sectores, han provocado el cese de la actividad de 96 bodegas en los últimos 10 años y la pérdida de más de 700 puestos de trabajo.
El estudio de ABRA también destaca una drástica reducción en los márgenes de beneficio, producto de la caída en los precios de la uva y el vino, combinada con un aumento significativo en los costos de producción. Esta situación ha generado un aumento en la venta de hectáreas de viñedo, reflejando la falta de rentabilidad que enfrentan muchos viticultores en la región.
La Necesidad de Diferenciación y Medidas Urgentes
La situación actual no solo amenaza la viabilidad económica del sector vitivinícola en Álava, sino que también pone en riesgo su identidad cultural y la sostenibilidad del sector turístico. ABRA subraya la urgencia de implementar medidas estratégicas para asegurar la supervivencia del sector. Entre las propuestas clave se encuentran el fomento de la formación y el empleo juvenil, y un apoyo más sólido a las bodegas familiares de la comarca.
Además, es vital para los productores alaveses diferenciar sus vinos. La confusión entre los consumidores respecto a la diferencia geográfica entre La Rioja y Rioja Alavesa también se ha convertido en un obstáculo significativo para la comercialización efectiva de sus productos en Euskadi.
Iniciativas y Peticiones al Sector Político
El 25 de septiembre, ABRA lanzará una campaña de promoción independiente bajo una marca colectiva privada, con el objetivo de resaltar la singularidad y la calidad de los vinos alaveses. Esta campaña busca educar a los consumidores sobre la autenticidad y el valor de los vinos de Álava, asegurando una mejor diferenciación en el mercado global.
Finalmente, ABRA ha realizado un llamado a los responsables institucionales para llevar a cabo un análisis integral de la situación de la comarca y brindar el apoyo necesario para la implementación de este proyecto estratégico. Solo con un respaldo político y económico sólido será posible garantizar el desarrollo sostenible del sector vitivinícola en Álava, preservando así su herencia cultural y económica para las futuras generaciones.