
Es cierto que estamos mal, nadie lo puede dudar, el consumo mundial baja y baja sin cesar y las ventas de vino no paran de bajar, menos mal que, mal que bien, el importe de lo que exportamos se mantiene o sube a pesar de bajar el volumen. Pero cualquiera que tenga los ojos abiertos y vea el sector y su situación fácilmente ve que estamos mal. Pero leo por algún sitio que incluso se piensa que estamos en la peor situación de la historia del sector y no sé si llegaremos a tanto. Es muy mala, si, de las peores, pero no sé si calificarla como la peor.
No es bueno, dicen, hacer comparaciones, y es cierto, cada situación tiene su momento y este momento cada vez es diferente al anterior, por lo que el comparar uno con otro que no ser real del todo…
Los que ya peinamos canas nos acordamos de momentos malo, muy malos. Sequías mayores que las hemos tenido con producciones de 20 millones o poco más. Los cambios cuando entramos en la Comunidad económica Europea llamada así entonces. Mercados rusos abiertos que parecían la panacea de nuestros problemas, luego China, ambos ahora totalmente diferentes. Los transfer que revolucionaron los mercados, El célebre año de los vinos Argentinos, con todos los inspectores agrarios dando vueltas por las bodegas buscándolos como locos, los años de las grandes inmovilizaciones tintando los vinos, quemas masivas para intentar salvar los mercados. ¡Cuántas veces las alcoholeras han salvado al sector! Y no hace tanto tiempo cuando la cosecha grande, hace apenas 12 años, cuando se hicieron operaciones a 1 euro hectogrado y aún así no había manera de colocar el vino. Grandes repuntes de precios de vino, seguidos de grandes desplomes… Nuestros dientes de sierra siempre han sido famosos, tanto en los mercados nacionales, como, por desgracia, en los internacionales ya que nos han hecho mucho daño.
Quizá muchos de ustedes no se acuerden de todo esto, o al menos no de todo, pero les aseguro que todo y cada uno de lo que les he expuesto en el párrafo anterior ha sido cierto y ha conllevado situaciones de estrés grandes y, a veces, criticas. Y de todo hemos ido saliendo, es cierto que nos hemos dejado muchos pelos en la gatera, que muchos, por desgracia, se han quedado en el camino, esto del vino a veces toma bien las fuerzas y hay quien no lo puede superar. De hecho, desde que les empiezo a enumerar lo pasado, hasta ahora, de los grandes casi me atrevería a decir que quedan pocos, muy poco, se podrían contar con los dedos de las manos, hay quien ha subido a la cúspide, ha estado ahí, y en estos momentos está simplemente desaparecido, no existe.
Volviendo al tema estamos mal, si, principalmente por la bajada del consumo, pero creo que, dentro de lo malo, podríamos estar peor y nos tenemos que preparar por si acaso, este mismo año ya, estamos aún peor. Solamente hay que imaginarse la actual crisis, tal y como está, pero que hubiéramos tenido tres cosechas seguidas en lugar de 40, 31 y 36MHL., simplemente de una media de 45 millones, cosa totalmente posible. En estos momentos la situación estaría bastante peor. Y si este año tuviéramos esos 45 millones que digo (no sé lo que habrá no doy cifras segura, doy ejemplos), como estaremos de aquí a un año, por ejemplo, sigo diciendo.
Nos tenemos que preparar a que la situación puede empeorar, no cabe duda, pero también les digo que precisamente porque lo sabemos, debemos de prepararnos y habrá que superarlo, ajustando lo que haya que ajustar, o tomando las medidas que haya que tomar, pero dentro de unos años, si sabemos capear esta crisis, el sector del vino seguirá, seguro, quizá no sea igual, quizá de otra manera, no lo duden, pero seguirá…
Cuídense mucho y ya saben, PROMOCIONEMOS EL VINO. LA VIDA SIEMPRE MEJOR CON VINO.
Javier Sánchez-Migallón Royo