
En Valtravieso, la cabeza nos hierve. No dejamos de pensar. De soñar con el vino. Nos gusta experimentar con él, comprobar que podemos hacer las cosas mucho mejor e incorporar poco a poco, de todas esas vivencias acumuladas, mejoras en el proceso para ofrecer nuevas experiencias con Valtravieso.
Producto de esa inquietud, es nuestra próxima creación. Quedan todavía algunos meses para que vea la luz, pero poco a poco va tomando forma y la ilusión de compartir con vosotros este vino nos obliga a desvelaros algunos de sus detalles. Se trata de un vino blanco, cuya añada es de 2018, que está inspirado en el proceso de elaboración de los vinos de Oporto, pisando las uvas con los pies, y la recuperación de las tradiciones ancestrales de los Ribera del Duero. Además, su crianza es larga, 14 meses en barrica, convirtiendo este vino en un tesoro, al que todavía le falta nombre y solo apto para los auténticos Wine Lovers.
Valtravieso, en constante evolución

En enólogo y director técnico de Valtravieso, Ricardo Velasco, explica que experiencias como ésta responden a las ganas por mejorar: “Tenemos mucha curiosidad por hacer cada día las cosas mejor. Probamos procesos nuevos y de ello aprendemos mucho”.”Lo que sale bien y lo que nos gusta, luego lo incorporamos a los procesos que ya tenemos en marcha. Es nuestro particular I+D+I”, añade Ricardo Velasco. Un laboratorio que no para, pues en estos momentos se ha recogido la uva (foto de arriba) de otro vino blanco que, aunque ahora está empezando a definirse su personalidad, no llegará a las mesas hasta dentro de unos años. En definitiva, la maravillosa magia que envuelve desde hace siglos el mundo del vino.