Como cada año comienzan las discrepancias entre unos y otros por el precio de la uva, un problema endémico en nuestro sector y que parece no tener solución. Puede decirse que es natural y, en parte lo es, que cada uno defienda su postura y sus intereses, sin embargo, creo que, en defensa de estos intereses, cada día, cada año, se da un paso más. Veo muy pocas reuniones, por no decir ni una, entre unos y otros para intentar llegar a un acuerdo. Unos exigen un precio, otros ponen el que les parece correcto y no hay ni dialogo ni entendimiento entre unos y otros.

De hecho, ya hay denuncias por no cumplir con la formalización de contra-tos de uva con precios y otras condiciones, indispensables antes de que la uva entre en bodega.
Por otro lado, empezando por el sector agrícola, siempre se reclama un precio de uva en el que se dan unos costes de producción, que los compradores no comparten. Yo siempre he dicho que este coste es prácticamente imposible de calcular con exactitud, creo que cada viñedo puede llevar un coste diferente al otro, en función del terreno, situación, regadío o secano, etc. De hecho, este año se reclama un incremento importante en cuanto a tratamientos ha habido que dar a las viñas para controlar el mildiu, sobre todo, pero también la araña y el mosquito verde, es cierto, pero también es cierto que ha disminuido el coste, por ejemplo, en riegos, al haber llovido bastante durante la primavera.
Ante esto el sector comprador, como digo, no está de acuerdo y rebate que esos precios son exagerados para todos o la mayoría de los viñedos.
Pasamos al sector comprador de uvas, como digo estima elevados estos costes. De hecho, en los contratos de uva pone siempre que el precio de la uva cubre los gastos de producción y el agricultor lo firma (sobre esto siempre hay protestas) Pero se dice, y también con razón, que esa uva que hay que pagar en 60 días, luego, una vez hecha vino, hay que vender el vino y plantea la gran problemática que tiene desde hace años la comercialización de los vinos, la bajada de consumo, y que temen que, o no puedan comercializar el vino, o no cubran costes en muchas ocasiones.
Ante esto el sector productor tampoco se hace cargo, y pasa el problema al comprador, que, como digo, se quiere curar en salud.
Sobre todo esto se podrían seguir escribiendo páginas y páginas, ya digo que lo natural que sería reuniones para intentar llegar a acuerdos, se producen en muy pocas ocasiones, por no decir ninguna, y así, la discrepancia continua cada año y el enfrentamiento se va agudizando cada año.
Y lo que a mí me extraña cada año más es que todo este jaleo que se arma, ríos de tinta en los medios de comunicación, protestas y días de discrepancias, se hace por una cantidad mínima de uva. Aquí entra en juego el sector cooperativo, que es la gran recepcionista de uvas y que, al menos en teoría, nada tiene que ver o decir en cuanto al precio de la uva se refiere ya que no compran uvas como tales, simplemente reciben la de sus socios la liquidan en función de ventas y gas-tos, sin más. Miren, en zonas de producción alta como Mancha o Extremadura, por ejemplo, no creo que se compre más allá de un 10-15% de la uva. En otras zonas, como Rioja o Ribera del Duero, hay muy pocas cooperativas, es cierto, pero muchas bodegas o se auto abastecen con sus propias uvas o compran una cantidad que tampoco es mayoritaria, y donde el precio de la uva no marca el precio posterior de los vinos ya que la casi totalidad salen embotellados, no a granel.
En las zonas de graneles, este precio de la uva si es cierto, y yo creo que es lo único que hay que resaltar, que marca normalmente el precio de salida de mostos y vinos nuevos, en función de cómo se paga la uva, se hacen los números y salen los precios del vino. Un vino que, como digo, en su mayoría está en manos de las cooperativas y que, cada vez más, no miran este precio sino las circunstancias de cosecha, ventas, etc. para poner precio a sus vinos.
En fin, lo de cada año en los albores de vendimia. Termino diciendo que la vendimia ha empezado en casi toda España, la calidad en general viene muy bien, y la cantidad varia enormemente en unas zonas y otras, en función de enfermedades, y otras circunstancias. Creo que en conjunto será superior a la pasada, pe-ro no me atrevo a dar número debido a eso, a la gran disparidad que hay este año.
Cuídense mucho y ya saben, PROMOCIONEMOS EL VINO. LA VIDA SIEMPRE MEJOR CON VINO.
Javier Sánchez-Migallón Royo