«Lo importante es demostrar, día a día, el esfuerzo, la actitud y la profesionalidad»
Isabel es la directora técnica de Finca Albret. Ingeniera agrónoma por la Universidad Pública de Navarra, descubrió la enología y le fascinó hasta el punto de pertenecer a la 1a promoción de enólogos de la Universidad de la Rioja. 20 años dentro del mundo del vino dan para configurar un relato detallado del pasado, presente y su futuro.
-¿Cuándo surgió la pasión por el mundo del vino?
Seguramente y de forma inconsciente, mi pasión naciera desde muy pequeña, desde aquellas exquisitas y nostálgicas meriendas de pan con vino y azúcar que me preparaba mi abuela. Además, mi padre era un pequeño viticultor riojano, por lo que el mundo del vino y la viticultura ha estado muy presente a lo largo de mi vida.
Aunque, de forma racional, descubrí el encanto de este mundo mientras cursaba la carrera de Ingeniería Agrónoma, en una de sus asignaturas: Enología. Me pareció fascinante y decidí, tras acabar la carrera de ingeniería, seguir formándome en ella, de manera específica, formando parte así de la Primera promoción de Licenciados de Enología de la UR.
-¿Cómo ha variado el mundo de la enología desde que comenzaste ?
La verdad es que me siento afortunada de poder trabajar en una empresa donde la igualdad de sexos es algo que se da por sentado, que forma parte de su idiosincrasia.
Los orígenes del mundo del vino, como bien sabemos, han sido principalmente masculinos, siendo en sus inicios un mundo prácticamente hermético ante la presencia de la mujer. Eso, afortunadamente, ha ido cambiando y en los últimos 10-15 años, la mujer ha ido adquiriendo notoriedad, normalizándose su presencia y valorando su trabajo y valía de igual manera que el de sus compañeros.
– ¿Hacia dónde crees que debe evolucionar el sector del vino?
El sector de vino, al igual que el resto de sectores del ámbito económico y social, debe tender, sin duda alguna, a la igualdad, a la equiparación y reconocimiento de valía de ambos sexos. Debemos dejar atrás los estereotipos afianzados en el pasado, el hecho de acudir a un restaurante y dar la copa de vino al hombre para su aceptación debe formar parte del pasado. Aceptar, sin tapujos que tanto el hombre como la mujer están en igualdad de condiciones, tanto para elaborar como para disfrutar del vino, a todos sus niveles.
Tampoco debemos caer en la trampa de que una mujer pueda ser mejor enóloga que un hombre, porque se le adjudique una mayor sensibilidad y sutileza: ¡NO! Hablamos de igualdad y lo importante es demostrar, día a día, el esfuerzo, la actitud y la profesionalidad, independientemente del sexo que nos defina.
El sector del vino ha de evolucionar a la par que lo hace la sociedad y ser capaz, utilizando todos los recursos que tenga a su alcance, de satisfacer las necesidades que el consumidor demande. Por tanto, ha de ser igualitario, exigente y creativo. Ese ha de ser su futuro, desde mi punto de vista.
-¿Qué vino nos recomiendas para celebrar un día tan importante ?
Al conmemorar el día de la mujer, no se me ocurre mejor vino para hacerlo que La Viña de Mi Madre. Un disfrute pleno, un vino en el que queda en evidencia la importancia del terruño, del origen; como la importancia en nuestras vidas de una madre.
-¿Brindamos para celebrarlo ?
por su lucha día a día,
por trabajar con tesón
y regalarnos la vida. ¡Disfruta con nuestro vino! ¡Que nadie corte tus miras!
FINCA ALBRET
Existen rincones de la tierra donde lo hostil es un privilegio. Es en este entorno hostil donde crecen nuestros pequeños viñedos en los que cada rincón, una loma o un recodo, se convierten en lugares especiales y únicos. Así son cada una de nuestras fincas, con personalidad y nombre propios.
LA VIÑA DE MI MADRE RESERVA
Cabernet Sauvignon
Vino de terroir procedente de un único viñedo de unas 3 hectáreas.
Posee una triple selección en viñedo, cintas de selección de racimos, y de granos de mesa vibratorias. Maceracón pre-fermentativa a 4oC por 48 horas para asegurar una correcta extracción aromática. Posteriormente tiene un período de fermentación alcohólica y maceración post-fermentativa de 21 días. Permanece en barrica de roble francés de 225 litros durante 21 meses. Criado en botellero durante 24 meses.
Brillante e intenso color rojo cereza picota.
Gran variedad de notas aromáticas, con predominio de confituras de frutas negras, de moras y cassis, así como matices de ciruelas e higos secos. Transmite sutiles y complejos aromas de vainilla, bombón de licor y tabaco de pipa.
Suave y muy expresivo, con abundantes sabores frutales y de fina madera perfectamente integrada, que lo hacen un vino muy complejo e interesante. Carácter maduro aportado por sus dulces taninos. Elegante y especialmente persistente.
Patés y quesos, caza menor, carnes a la parrilla, cochinillo lechal.