
La OIV ha publicado su enfoque temático estadístico de 2025, titulado «El Comercio Mundial de Vino: Papel y Relevancia de los Centros de Reexportación». Este nuevo análisis ofrece una primera estimación exhaustiva de las reexportaciones mundiales de vino y explica cómo estos flujos configuran la economía vitivinícola actual, cada vez más interconectada.
La reexportación como motor clave
A medida que el comercio de vino se vuelve más complejo, la reexportación ha surgido como un motor clave para el acceso al mercado y la creación de valor, permitiendo que los vinos lleguen a nuevos consumidores a través de centros logísticos y de embotellado especializados. Comprender estos mecanismos es esencial para entender cómo opera realmente el mercado mundial del vino.
La reexportación revela la geografía real de los flujos de vino, distinguiendo entre dónde se producen, se comercializan y se consumen los vinos. También destaca cómo se genera valor más allá de la producción, a través de actividades como el almacenamiento, el embotellado y la redistribución, lo que ayuda a garantizar un mercado global más flexible y adaptable.
Según datos de la OIV, el comercio mundial de vino representa ahora el 47% del consumo mundial. Entre 2018 y 2023, las reexportaciones representaron alrededor del 13% del total de las exportaciones de vino, o 14 millones de hectolitros valorados en 4.600 millones de euros.
El informe identifica varios tipos de centros de reexportación, desde los centros comerciales tradicionales de Europa, como el Reino Unido, que sigue siendo una plataforma importante para la redistribución, hasta las puertas de entrada premium de Asia como Singapur, donde los vinos de alto valor se canalizan a los mercados regionales. También destaca actores regionales emergentes como Canadá y Angola, que están ayudando a conectar mercados vecinos y a diversificar las rutas comerciales.
La reexportación se ha convertido en un elemento estructural de la economía mundial del vino, determinando no solo cómo se mueve el vino, sino también cómo crea valor y llega a los consumidores. A medida que el comercio mundial sigue evolucionando, comprender estos flujos es esencial para anticipar los cambios en la demanda, mejorar la transparencia del mercado y fortalecer la resiliencia del sector vitivinícola internacional.
Actualmente, la OIV cuenta con 51 Estados Miembros, países productores y consumidores de uva y vino, que representan el 90% de la superficie vitícola mundial, el 88% de la producción mundial de vino y el 75% del consumo mundial de vino. Dos veces al año, más de 500 expertos se reúnen para evaluar, debatir y aprobar por consenso resoluciones sobre los siguientes temas:
1/ Viticultura y uva de mesa
2/ Enología y métodos de análisis
3/ Derecho y economía de la viña y el vino
4/ Salud y seguridad del consumidor
Durante un siglo, la OIV ha estado a la vanguardia de todos los asuntos vitivinícolas mundiales, proporcionando normas, orientación e información para el sector de la viña y el vino.