El jurado vuelve a reconocer la calidad de la Verdejo y de la Sauvignon de Vendimia Nocturna de la cooperativa otorgándoles medallas de oro, el mismo reconocimiento que concede al premiado ‘61’ Dorado en Rama, salvaguarda de la uva Palomino en la Denominación de Origen Rueda.

La Seca, 5 de marzo de 2020.- Los vinos de Bodega Cuatro Rayas siguen cosechando reconocimientos en los concursos internacionales, y es que Cuatro Rayas Vendimia Nocturna Verdejo y Cuatro Rayas Vendimia Nocturna Sauvignon −dos de las elaboraciones más demandadas de la bodega radicada en el corazón de la DO Rueda− han recibido medallas de oro en la reciente edición de los premios Berliner Wein Trophy, referente internacional vitivinícola, que tuvo lugar del 21 al 24 de febrero en la capital alemana.

El evento, que reunió a cerca de doscientos expertos jurados que degustaron y puntuaron más de 6.000 vinos procedentes de viñedos de los cinco continentes, destacó también la calidad del ‘61’ Dorado en Rama −producido a partir de la mezcla a partes iguales de uva Verdejo y Palomino−concediéndole también medalla de oro. Este galardón se suma a la lista de premios obtenidos por este vino generoso que en la última publicación de Parker ya obtuvo la sobresaliente nota de 91 puntos en reconocimiento a su excepcional calidad.

Las elaboraciones de Bodega Cuatro Rayas que conquistan a los jueces del BWT

Cuatro Rayas Vendimia Nocturna Verdejo se produce a partir de uvas provenientes de una cuidada selección de fincas y pagos situados en la DO Rueda. En nariz es potente, con aromas a fruta blanca y cítricos, y su paladar es equilibrado y goloso, con un final delicado a hinojo. Por su parte, Cuatro Rayas Vendimia Nocturna Sauvignon es un varietal amplio y sugerente a la nariz y untuoso y equilibrado en boca, con notas de fruta de la pasión y piña.

El tercer vino de la cooperativa vallisoletana galardonado con medalla de oro por los jueces del Berliner Wein Trophy –‘61’ Dorado en Rama− se produce a partir de uvas procedentes de viñedos centenarios y su elaboración sigue el método tradicional de crianza en botas jerezanas. Sin añada, se realiza una única saca anual y pasa de la bota a la botella sin clarificar ni filtrar. Su color es dorado, limpio y brillante y entre sus notas de cata destacan los matices a frutos secos y uva pasa.