La vendimia siempre ha sido, y sigue siendo, un tiempo de alegría, de trabajo duro en bodega, pero con la ilusión de hacer el mejor vino que hemos hecho nunca, esa es la esperanza que a todos anima. Y esto no hay que tocarlo, ojalá siga siendo así para muchos años. Siempre se ha dicho que cada vendimia es única, irrepetible, con sus singularidades y características que trae el tiempo, las uvas y su elaboración.
Y no cabe duda que así empezamos esta vendimia, con el mismo ímpetu de siempre, sin embargo, apenas mediada la situación, a mi modo de ver, ha cambiado radicalmente, de hecho, por parte de casi todas las asociaciones serias, se han reunido y han mostrado su preocupación.
La semana pasada una reunión en Italia de, por parte de España la FEV y la interprofesional del vino, unidos a algunos sindicatos y sus homólogos de Francia e Italia, ya mostraban su honda preocupación, lo pueden leer AQUI. Solo el titular de la noticia publicada en EL CORREO DEL VINO ya lo dice todo: Los tres grandes países vitivinícolas en Europa advierten que la actual situación política y económica amenaza el futuro del sector. Hace también un par de días EL CORREO DEL VINO publicaba una carta enviada por el presidente de la asociación de empresarios del vino de Portugal, ANCEVE, con la misma preocupación (pinchando en el titulo pueden acceder a ella): ES URGENTE E IMPERIOSO QUE, EN ESTE MOMENTO TAN DRAMÁTICO Y EXCEPCIONAL, EL GOBIERNO ACEPTE AGILIZAR UN PLAN EXTRAORDINARIO Y ESPECÍFICO DE APOYO A LA FILA DEL VINO Cuando desde todo el mundo productor se está diciendo no duden que algo debe de haber y no bueno.
Y es que realmente la situación apenas comenzada la campaña se ve de manera muy preocupante. A mediados de agosto, cuando comenzó l vendimia, hace apenas poco más de un mes, mucha gente, ante la sequía y escasez de cosecha, me preguntaban, y lo digo ahora, a. toro pasado, si creía que el vino blanco superaría los 4 euros hectógrado, ahora, aún sin precio fijo, se habla de sobre 3 a 3,20 el tradicional y 3,50-,360 el fermentación controlada. Pero es que no es cuestión de precios, en esta extraña vendimia casi no se habla de precios, vamos, casi no se habla de nada, el mercado está parado, como hacía tiempo. Los agentes internacionales, italianos, franceses, alemanes, que en estas fechas pululaban por nuestras bodegas y cooperativas, de momento están prácticamente desaparecidos. Operaciones grandes de vendimia, yo al menos, no conozco ni una y hablando con una bodega u otra, el comentario es siempre el mismo: no sé qué pasa que aquí no llama nadie preocupándose por el vino. El elaborador tiene gran preocupación el coste de la vendimia es alto, la uva la tiene que pagar ya mismo, si tiene que acudir al banco los intereses son altos, cada día más, el coste de elaboración ha subido respecto a otros años, porque la uva tiene menos rendimiento y porque la energía para las fermentaciones controladas es enorme y el gasto elevadísimo, etc. Etc.
Si hablas con compradores, y lo hago también a diario, veo que no es el ánimo especulativo el que les hace estarse quietos, es también la preocupación, el alza continuo de costes, la bajada de pedidos, le hace tener miedo a la hora de comprar y lo hace muy de poco en poco, ya que no sabe ni lo que va a necesitar ni cuando lo va a necesitar, por tanto opta por adquirir conforme le haga falta, sin mirar si el vino puede subir o bajar, como es lógico dentro de una estrategia comercial, el comprador intentará siempre comprar lo más barato igual que el vendedor hacerlo lo más caro posible.
Nadie sabe, ni se atreve a pronosticar lo que puede pasar a lo largo de la campaña, el problema es global y por tanto creo que la exportación va a ser más complicada de lo normal. Los precios, como les comento, van cediendo sin apenas operarse nada, y el desánimo campa cada día más por el mercado, más estando en las fechas que estamos. Si en plena vendimia estamos así, como estaremos en esos largos, aunque cortos, días de invierno, de febrero, anocheciendo a las 5 y pico de la tarde y días en los que pasan unos tras otros sin que nadie llame por teléfono.
La situación real es esta, lo queramos ver o no, y lo que hace falta es tomar medidas urgentemente para intentar cortar esta hemorragia, creo que hay que empezar a dejar esta misma claridad ante autoridades y estamentos, si tantas ayudas se están dando creo que el sector es uno de los que las necesita. La crisis económica, el invierno que nos espera por delante puede ser muy duro, y tengan en cuenta que tenemos una cosecha corta y venimos de otra también corta, como le dé por llover y tengamos en esta situación una grande, no sé qué vamos a hacer. Los sueldos normales, de mucha gente, de mil o mil y pocos euros no llega para unos alquileres cada día más altos, una hipoteca que no para de subir, un sector de alimentación también en clara subida, unos carburantes y una electricidad que está intocable.
Y, créanme, cuando no hay para encender la calefacción, cuando el ir al supermercado se convierte en hacer cábalas y cábalas, quien va, el hombre o la mujer, siempre va a tirar del lineal antes de una caja de leche, que de una de vino….
Cuídense mucho y ya saben, PROMOCIONEMOS EL VINO. SIEMPRE MEJOR CON VINO