La principal cooperativa vitivinícola de Rueda, que da trabajo a cerca de 80 personas, y que cuenta con más de 300 socios viticultores en 30 pueblos, evita regular empleo por responsabilidad social

La Seca, 14 de abril de 2020.- El Consejo Rector de Bodega Cuatro Rayas, reunido telemáticamente esta semana, ha decidido no aplicar un expediente de regulación de empleo temporal pese al importante golpe económico que está suponiendo a la cooperativa la activación del Estado de Alarma. Como la mayoría de las empresas españolas, la bodega está sufriendo enormes dificultades para seguir desarrollando y actividad, sobre todo en la comercialización del vino, actividad paralizada al 100% en canal de hostelería. “La mejor forma que tiene nuestra bodega de ayudar a nuestro país a seguir en la lucha contra la pandemia, es manteniendo el empleo, para evitar que la crisis se agudice al menos en la parte social”, asegura Ignacio Martín Obregón, presidente de Bodega Cuatro Rayas.

La principal cooperativa vitivinícola de la DO Rueda, que da trabajo de manera directa a cerca de 80 personas, y que cuenta con más de 300 socios viticultores en 30 pueblos de Valladolid y Segovia, evita regular empleo por responsabilidad social y para no añadir carga económica al Estado en plena crisis sanitaria. “En los últimos años nuestro plan estratégico ha defendido que nuestro objetivo principal, es mejorar el nivel de vida de nuestros socios y trabajadores, y es por ello, que el Consejo Rector ha decidido, mantener todos los puestos de trabajo de nuestra Cooperativa, mientras sea posible, pese a que la situación de ventas no es la prevista”, subraya Martín Obregón, presidente.

Vino green & social

Desde sus orígenes, el cuidado del campo y el bienestar de quienes habitan el medio rural han sido una de las prioridades de la Cooperativa; esta filosofía marca el carácter de la bodega e inspira el actual Plan Estratégico, que establece que la misión de Bodega Cuatro Rayas es garantizar la sostenibilidad y el relevo generacional en el entorno vitivinícola. En 2019, que facturó ese año cerca de 30 millones de euros, reforzó este compromiso con el medio natural y social en que desarrolla su actividad con el lanzamiento de green & social, un sello propio que ampara las acciones implementadas en todas las fases de producción de sus vinos para la mejora del nivel de vida de sus socios y trabajadores y la preservación medioambiental.

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