A modo de continuación de mi articulo de la semana anterior, por más vueltas que le doy, creo que la crisis por la que en la actualidad pasa el vino español, se debe más a una crisis global que al mercado interno, que ha subido

Y es que a nivel nacional estamos de enhorabuena, el consumo de vino sube y en una proporción importante, casi el 10%, lo que sucede es que sobre lo poco que se consume, es poca la cantidad que sube, pero llevamos dos años de crecimiento, lo que es para alegrarse y seguir estimulados, si está subiendo es que, indudablemente, algo se está haciendo bien y es el camino que debemos seguir.

Es lógico también que esta subida, por desgracia, no sirva apenas para reactivar la paralización de los mercados, hablamos de una subida de un millón de hl. más o menos, pasamos de algo menos de 10 a algo más de 11, pero ese millón largo de hectólitros que hemos subido, la verdad es que representa una ínfima parte sobre la cosecha y existencias que tenemos, y aunque es una muy buena noticia, hay que reconocer de que no es suficiente este incremento para hacer remontar los precios de los vinos.

A esto s le sigue uniendo lo que les comentaba la semana pasada, una bajada de las exportaciones, al menos eso me parece, aunque aún no tenemos datos que lo ratifiquen, simplemente lo digo por lo que los exportadores de vinos de España me comentan en sus impresiones, tanto China, como el Brexit, los aranceles de Estados Unidos, entre otras causas, llevan, no al mercado español, sino al mercado internacional a una considerable rebaja de negocio, tanto Italia, como Francia, Alemania, Portugal, etc. Están notando en sus mercados la paralización de estos países a la hora de comprar vinos. Y esto repercute en todos los mercados internacionales, si Francia, que es uno de nuestros mayores compradores de vino, vende menos a Estados Unidos, por ejemplo, necesitará comprar menos vino en España, lo mismo ocurre con Italia, Alemania, etc.

Por tanto, no echemos la culpa solo al mercado nacional, ni a las exportaciones españolas, hay que culpar, si es que culpa tiene, a la coyuntura internacional que este año nos ha tocado vivir, un cúmulo de circunstancias, que por separado ya serian importantes, pero que juntas, están siendo demoledoras, ya digo, que para todos los mercados internacionales.

Lo que hay que hacer es estar preparados para cuando pases estas anomalías de los mercados, para seguir con el buen hacer exportador.

Solo queda esperar a que se solucionen, pasen y todo vuelva a la normalidad

Y ciñéndonos al mercado interior, como digo, muy parado y con clara tendencia a la baja, nos quedan por delante unos meses decisivos, como siempre. Las antas temperaturas que estamos teniendo, pueden llevarnos a una temprana brotación, con el consiguiente peligro de heladas. La lluvia, muy abundante en unas zonas, sigue escaseando en las más productoras, a falta de esperar la primavera a ver como viene de lluvias. Luego ver como brota, la muestra, si hay peligro de enfermedades criptogámicas, etc. Como siempre meses de aquí a mayo, muy importantes climatológicamente hablando.

Aunque ya vemos, este año una cosecha muy baja de vino y miren como están los mercados…

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