Verema

Bodegas Arzuaga desembarca en Rias Baixas con la adquisición de Pazo de Rubianes, cuya historia se remonta al año 1.141 y que se ha convertido en el siglo XXI en una de las bodegas de referencia de la DO Rías Baixas y en uno de los emblemas del enoturismo gallego. El Pazo se alza en un enclave privilegiado en el municipio de Villanueva de Arosa (Pontevedra), una de las zonas más prestigiosa y bella de las Rías Baixas.

Y es que hace más de una década que Bodegas Arzuaga valoraba la posibilidad de expandir su filosofía vitivinícola y enoturística más allá de la Ribera del Duero, siempre con la misma apuesta por la calidad y la excelencia.  Por eso Arzuaga ha hecho esta apuesta por Rias Baixas, una denominación de origen que mantiene una tradición milenaria basada en la viticultura tradicional y el cultivo de variedades autóctonas, con un marcado carácter atlántico. La DO Rías Baixas siempre se ha caracterizado por el minifundio extremo; ocupa 4.321 hectáreas, repartidas en más de 22.832 parcelas.

Ahora Bodegas Arzuaga ha adquirido 25 hectáreas de viñedo para elaborar un vino blanco que se sitúe entre los mejores del mundo. Los viñedos, cultivados en espalderas graníticas sobre laderas soleadas, capturan toda la esencia del Atlántico y el terruño único del Valle del Salnés, que es considerado la cuna del Albariño. Son el alma de unos vinos de una mineralidad y frescura excepcional, un fiel reflejo del terrior.

Además, otro de los grandes atractivos de Pazo de Rubianes tiene que ver con su riqueza botánica, con sus impresionantes jardines, que forman parte de la Ruta de la Camelia, ya que posee más de 5.000 camelios, bien custodiados por magnolios, calocedros, alcanfores, fresnos, robles, alcornoques y eucaliptos. 

Sobre Bodegas Arzuaga

Bodegas Arzuaga está ubicada en Quintanilla de Onésimo (Valladolid), en plena Denominación de Origen Ribera del Duero, dentro de lo que se conoce como la Milla de Oro del vino. El escenario donde nacen los vinos que elabora la bodega lo encontraremos en la finca La Planta, propiedad que la familia Arzuaga posee en la localidad vallisoletana de Quintanilla de Onésimo. Esta finca cuenta con una situación privilegiada para el cultivo de la vid, ya que sus cepas reciben el sol y la humedad necesaria para la perfecta maduración de la uva.

La elaboración de los vinos Arzuaga se basa, sin ninguna duda, en tres premisas: el suelo, el clima y la orientación. La Planta es un lugar donde conviven la flora y la fauna de la zona. Una flora compuesta de pinos, encinas y sabinas y una fauna formada por jabalíes y ciervos. Esta convivencia es, sin duda, la constatación del amor que siente la familia Arzuaga por el mundo de la naturaleza. La finca consta de 1.400 hectáreas, todo un lujo en plena Denominación y Milla de Oro de la Ribera del Duero. Además, la bodega cuenta 477 hectáreas de viñedo, de las cuales 77 están en La Planta y 377 son ecológicas.

Fue a principios de los años 90 cuando Florentino Arzuaga, tras la compra de la finca La Planta, comienza con la plantación de cepas, la construcción de la bodega y, por supuesto, la elaboración del vino.

Pero la filosofía de Bodegas Arzuaga va mucho más allá, ya que posee una de las ofertas enoturísticas más importantes de Europa. Rodeado de viñedos que enamoran por su encanto, en el corazón de la Ribera del Duero, se encuentra el Hotel Arzuaga, destino imprescindible para los amantes del vino, ya que se sitúa junto a la emblemática bodega de la que recibe su nombre y destaca sobremanera por su cuidada gastronomía, una oda al producto de proximidad y a la cocina castellana desde su vertiente más esencial y clásica en el Restaurante Tradicional hasta la más diferencial y vanguardista, protagonizada por el restaurante de estrella Michelin Taller Arzuaga.

Si el corazón del hogar es la cocina, el corazón del universo Arzuaga tiene su origen en la finca La Planta, piedra angular de todo el proyecto, situada a tan solo 15 minutos del hotel. Sus más de 1.500 hectáreas permiten a los visitantes adentrarse en un mundo natural que representa el origen de todo. Y es que esta finca no solo cuenta con hasta 377 hectáreas de viñedo ecológico que da lugar a los reconocidos vinos de su bodega, sino que además es el hogar de una rica fauna formada por animales como ciervos, jabalíes o muflones. Este es también el lugar donde se encuentra el huerto ecológico de 8.000 metros cuadrados que provee a los restaurantes del hotel de gran parte de su materia prima, con decenas de especies de hortalizas y frutales. Un espacio que pone de manifiesto la apuesta de Arzuaga por el producto local, la cocina de proximidad y la sostenibilidad al representar un modelo de economía circular y autoabastecimiento basado en el kilómetro 0.

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