“Muy buena” es la calificación otorgada por el Consejo Regulador de la D.O. Navarra a la añada 2019 tras analizar el informe de valoración elaborado por la sección de Viticultura y Enología (EVENA) del Gobierno de Navarra.
15 de mayo de 2020, Olite –. La añada 2019 obtiene una muy buena nota en la Denominación de Origen Navarra. Es la calificación que ha otorgado el Consejo Regulador tras analizar el informe de valoración de la cosecha presentado por la sección de Viticultura y Enología (EVENA) del Gobierno de Navarra. El estudio examina las características desde el punto de vista de la viticultura y de la enología para otorgar un diagnóstico a los vinos blancos, rosados y tintos. Las características climatológicas del año definen en la viña los vinos resultantes. La viña brotaba en la primavera con un adelanto de alrededor de diez días respecto al año anterior, aunque dentro de la media de la Denominación de Origen.
Un mes de mayo muy frío y húmedo y un inicio de junio con temperaturas bajas ralentizaron el desarrollo de las bayas. Una situación que se mantuvo hasta que el verano comienza con récords en los registros más altos de los termómetros. El período estival continuaba cálido y tuvo dos consecuencias: que el desarrollo vegetativo se fuera adelantando y que las primeras previsiones sobre las cantidades productivas empezaran a disminuir. La vendimia comenzaba en la región, como siempre en las localidades más meridionales a finales de agosto en circunstancias muy favorables para la uva. Se manifestaba la merma que se predijo con rendimientos más bajos de los estimados en todas las variedades. El estado sanitario de la cosecha era excelente y los granos de uva mostraban una acidez total media alta y parámetros de color elevados. La recogida terminaba a finales de octubre, protagonizada por el descenso en la producción respecto a la media de las campañas de la región. La cosecha se compone de un 86% de variedades tintas (Tempranillo, Garnacha, Merlot, Cabernet Sauvignon, Graciano, Mazuelo, Pinot Noir y Syrah) y el resto, blancas (Chardonnay, Viura, Moscatel de Grano Menudo, Garnacha Blanca, Sauvignon Blanc y Malvasía).
Desde el punto de vista enológico, el informe detalla las características de los vinos tintos que presentan una graduación alcohólica media-alta con una acidez óptima y colores intensos. La estructura es superior a la de la añada anterior. En el caso de los vinos blancos y rosados, el perfil aromático es bueno y también cuentan con unos parámetros de color y estructura mayores.
En total, se han elaborado 39 millones y medio de litros de vino de la cosecha 2019. De los que el 56% son tintos, el 31% son rosados y el 13%, blancos.